La Nueva Ley de Bienestar Animal (Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales) es clara al respecto: “En el caso de la tenencia de perros y durante toda la vida del animal, la persona titular deberá contratar y mantener en vigor un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros, que incluya en su cobertura a las personas responsables del animal, por un importe de cuantía suficiente para sufragar los posibles gastos derivados, que se establecerá reglamentariamente”.
Esto significa que nuestra mascota deberá estar cubierta por un seguro que permita sufragar el veterinario si muerde a otro perro o la atención médica a personas si golpea o muerde, por ejemplo, a un niño o un adulto, e incluso operaciones en quirófano en caso de que los daños las requieran. “No es necesario que hablemos de mordiscos a personas o entre perros, son mucho más frecuentes accidentes donde el perro se suelta de la correa y se entrecruza con las piernas de un adulto y provoca caídas que pueden tener como consecuencia roturas de huesos, ligamentos o meniscos, o bien que provoca accidentes de circulación o caídas en ciclistas, etc.”
En este sentido, la Ley impone una cobertura mínima de 120.000 euros para un seguro estándar de responsabilidad civil para perros, pero fija que dicha cantidad puede ser actualizada en función de la variación del índice de precios al consumo (IPC)
La conveniencia de un seguro de asistencia veterinaria
No obstante, el seguro de responsabilidad civil es el mínimo requisito imprescindible y obligatorio. De la Maza recomienda ampliarlo a un seguro de asistencia veterinaria que cubra también eventuales accidentes y enfermedades que puedan afectar a nuestra mascota. Una versión perruna del seguro médico para humanos.
“La gran ventaja de un seguro veterinario es que te puede ofrecer coberturas para un gran número de consultas rutinarias que haces con tu perro, pero también puede cubrir en caso de determinados accidentes, enfermedades o malformaciones que, según las razas, son mucho más frecuentes; por ejemplo, en razas como los perros salchicha te puede dar cobertura para intervenciones en caso de lesiones de columna; en el bulldog francés para afecciones respiratorias o intervenciones que impliquen correcciones de columna, etc.”
Los seguros de asistencia veterinaria nos pueden proporcionar, además, asistencia en el caso de que el perro sufra un accidente y necesite ser trasladado a una clínica veterinaria o asistencia y compensación económica en caso de muerte del perro; también en caso de robo o extravío del mismo, supuesto en el que también nos pueden financiar económicamente las campañas publicitarias para denunciar la pérdida o robo.
Sin embargo, a diferencia del seguro de responsabilidad civil, que debe extenderse a todos los perros de cualquier edad, el seguro de asistencia veterinaria se concede con determinados criterios. Por ejemplo, en perros a partir de una determinada edad no se permite su contratación o se hace a precios muy elevados, por lo que no suele salir a cuenta.
¿Qué ocurre si me pillan sin seguro?
La sanciones que nos pueden ser aplicadas en caso de que un o una agente de la autoridad detecte que carecemos de seguro de responsabilidad civil para nuestro perro son varias y varían en función de la gravedad de los hechos, así como de la decisión del o la citada agente de la autoridad.
Pueden ir desde un apercibimiento informativo en un primer momento hasta una sanción de 500 euros o bien hasta de 10.000 si se diera el caso de que la detección tenga lugar tras provocar el perro algún tipo de incidente o accidente. En todo caso, la aplicación de la sanción no nos eximirá de la obligatoriedad de cubrir y pagar los gastos que nuestro perro haya podido provocar con el incidente.
¿Cómo contratar un seguro?
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